domingo, 27 de mayo de 2007

El Silencio fecundo

La meditación en la acción es el silencio profundo de la consciencia. Es lo que en el Taoísmo se llama wu wei (no acción): hacer sin hacer. Hacemos sin hacer cuando no es nuestro "yo" el que hace. Por ejemplo: vamos por la calle y de pronto vemos a alguien que está a punto de caerse, nos lanzamos y le ayudamos para que no se caiga. Se trata de un acto impensado, espontáneo. En este caso hemos hecho, pero no ha sido nuestro "yo" personal el que ha decidido hacer eso. Ha sido la situación que nos lo ha exigido. Igual que en otro momento saltaremos para evitar un peligro, o nos apartaremos frente a un vehículo. En nosotros existe una inteligencia que nos hace vivir.

"El silencio interior" es el ambiente preciso para incubar los más sublimes proyectos.
Programa, cada día, un período concreto de silencio absoluto, en la soledad.
Permaneciendo quieto y relajado, no pienses en nada; deja tu mente en blanco,
totalmente vacía.
Si oyes un ruido o escuchas un sonido, niégate a pensar en su causa.
Percíbelo sin evaluarlo.
Escucha la música del silencio para que vivas a profundidad, y para que te beneficies
del silencio fértil y curativo.
Después de un ejercicio de silencio, gozarás de una serenidad interior vitalizante.

Del árbol del silencio pende el fruto de la sabiduría.



(tomado de: Tiberio López Fernández)


Celso Jiménez

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