jueves, 26 de abril de 2007

Cisnes negros (Black Swan)

“De la observación de un sinnúmero de cisnes blancos no se podrá inferir que todos los cisnes son blancos, sin embargo, ver un solo cisne negro será suficiente para refutar semejante conclusión.”

David Hume (1711-1776), filósofo inglés.




A principios del siglo XVIII, los colonos ingleses que volvieron de Australia trajeron consigo, en las panzas de sus barcos, un cargamento de cisnes negros. Los cisnes negros son originales de la isla austral y hasta ese momento, se pensaba que todos los cisnes eran blancos, porque eran blancos todos los que se conocían. es que este hecho supuso una conmoción en la sociedad inglesa. Aunque nos pueda parecer algo ingenuo a los habitantes del siglo XXI, lo cierto es que la aparición de una especie de cisnes de un color distinto al que estaban acostumbrados a ver, supuso para los habitantes de la época una fuente de debate y de polémica. La aparición de cisnes negros fue un hecho imprevisible, y para darle explicación, se elaboraron todo tipo de teorías, algunas de origen místico, otras de tipo diabólico.

Desde hace unos años el matemático de origen libanés Nassim Taleb lleva defendiendo su teoría del "Black Swan", que ha tenido un fuertísimo impacto en el mundo de la sociología y en el de las empresas, sobretodo en las de seguros. Taleb defiende que sí existen hechos imprevisibles y aleatorios, que él denomina alegóricamente "cisnes negros". La mayoría de la gente ignoramos los "cisnes negros" porque nos encontramos más cómodos mirando el mundo como algo estructurado, ordinario y comprensible. Esta falacia platónica, como él la llama, conduce a tres distorsiones:


1) Falacia narrativa: Creando una historia post-hoc, para que el evento tenga una causa.

2) Falacia lúdica: Creyendo que la aleatoriedad estructurada que encontramos en los juegos se parece a la aleatoriedad que encontramos en la vida.

3) Falacia de la regresión estadística: Creer que la probabilidad de futuros eventos es predecible examinando acontecimientos de eventos pasados.

¿Por qué no nos gusta lo imprevisible? ¿Por qué no creemos que pueda existir algo que realmente no haya podido ser previsto?

(tomado de misinespacio.spaces.live.com)

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